viernes, 13 de junio de 2014

¿Qué son los bulbos?

Seguimos avanzando en nuestro camino como horticultores y ahora ha llegado el momento de ampliar nuestro vocabulario y conocimientos hortícolas hablando de los bulbos.
Así que, comencemos por el principio: ¿qué son los bulbos? Es un tallo subterráneo muy corto situado en la base de las hojas y engrosado para hacer la función de órgano de reserva de nutrientes. El tallo está formado por un conjunto de hojas modificadas, que se llaman catafilos.
Las plantas que tienen este tipo de órganos –aunque según la especie también pueden presentar otros, como cormos, rizomas o tubérculos- se llaman plantas bulbosas y son herbáceas y perennes.
Y aquí llegamos a la gran cuestión, las plantas bulbosas suelen plantarse a través de los bulbos, así que ya sabemos que nuestra próxima incursión en el huerto va a consistir en plantar bulbos.
Pero sigamos hablando de las características de los bulbos. Para empezar, debemos saber que constan de cinco partes: el disco basal, que es la parte inferior desde donde crecen las raíces; los catafilos o escamas, de los que ya hemos hablado y que son el órgano principal de almacenamiento de los nutrientes; la túnica, que es la capa que rodea las escamas y las protege de la desecación; el vástago, que es una yema flora y otras yemas de desarrollo; y las yemas laterales, que darán origen a los bulbillos, los futuros bulbos.
Otra cosa que debemos saber es que tenemos dos tipos de bulbos. Por un lado, los que presentan los catáfilos –las hojas que forman el tallo- en forma de escamas carnosas y aparecen imbricados son los bulbos escamosos, como el tulipán; y por otro, los bulbos tunicados, en los que estas hojas aparecen como capas superpuestas y recubiertas por una membrana protectora o túnica, como es el caso de la cebolla.
La cuestión ahora es, ¿cómo plantamos los bulbos? Necesitamos un terreno que drene bien, sino, el agua se encharcará y se pudrirán. Lo vamos a conseguir mezclando con la tierra estiércol, mantillo y arena de río. Utilizaremos como siempre un abono natural, en lugar de químico. La profundidad a la que lo plantemos va a ser el doble de su tamaño y nos ayudaremos de una pala de mano. ¡Importante! La punta del bulbo por donde sale el brote debe estar mirando hacia arriba, no sería la primera vez que tenemos este pequeño despiste… Tras plantar, debemos rellenar el agujerito con tierra y regar bien. La distancia a la que vamos a plantar unos de otros dependerá de la especie, pero la norma general es entre cinco y diez centímetros para los bulbos pequeños, y entre 15 y 25 centímetros para los grandes.
Por último, debemos saber que hay dos épocas para plantar los bulbos, así tenemos bulbos de primavera, que vamos a plantar en esta estación, y bulbos de otoño, que plantaremos en otoño, pero ya hablaremos en próximos posts de ellos.
Ahora que ya sabemos esto, sólo nos queda elegir y pasarnos por el catálogo de bulbos de Semillas Huerta y Jardín, nuestros jardines y huertos van a llenarse de perfumes y colores con las floraciones impresionantes de nuestros bulbos.


¡A disfrutar del huerto!

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