Volvemos
con nuestra lista de cultivos que no pueden faltar en nuestro huerto
urbano por muy novatos que seamos en estas lides de la horticultura.
Hoy vamos a hablar de un fruto que a los más golosos seguro que os
encanta con un poco de nata montada o azúcar: la fresa. La reina de
los postres que gusta a pequeños y mayores y que tiene múltiples
usos pues se puede convertir en confitura, mermelada, yogur,
helado... ¿a vosotros también se os hace la boca agua? Pues manos a
la tierra.
La
fresa -fragaria es su nombre científico- es la única fruta que se
puede cultivar en un huerto de dimensiones reducidas, como serán la
mayoría de nuestros huertos urbanos. Se cultiva porque, además de
ser muy consumida, la planta y las flores son muy decorativas y tiene
propiedades positivas para la salud: es diurética, antirreumática,
astringente, reduce el colesterol...
Debemos
sembrar las semillas de la fresa a finales de primavera y podremos
cosechar el fruto en la temporada estival del año siguiente. Tendrán
que estar bien maduros, de un color rosa intenso en el momento de la
cosecha.
Durante
su cultivo, la fresa tendrá que tener la tierra fresca, aunque sin
exceso de humedad y sin periodos secos, por ello, es recomendable
regarla, incluso, a diario, pero teniendo asegurado un buen drenaje.
Es exigente en cuanto a nutrientes así que será conveniente que
añadamos compost al suelo. Necesita una profundidad de 15
centímetros en un sustrato suelto y ligeramente ácido.
Aunque
suele dar muchos frutos, si estos tocan la superficie es posible que
se echen a perder. Se suele cubrir el suelo con plásticos aunque
resulta bastante más ecológico poner algo de paja u hojas de pino
que, además, le aportan cierta acidez al sustrato que es uno de los
factores que necesita esta planta.
No
debemos de plantar las fresas con ninguna variedad de col, pues son
plantas incompatibles, aunque se desarrolla bien con ajos, espinacas
o lechugas. Por último, recordad que, como la mayoría de cultivos
de nuestro huerto urbano, la planta de la fresa también puede ser
atacada por enfermedades o plagas.
En
la fresa, lo más común es la segunda posibilidad, que se vea
acechada por plagas, sobretodo, de babosas, caracoles y pulgones,
entre otras. Deberemos, por tanto, estar atentos a la aparición de
estos pequeños animalitos y controlar su desarrollo. En este enlace
podéis descubrir cómo prevenir plagas y enfermedades en nuestro
huerto urbano.
Seguiremos
hablando de diferentes cultivos para añadir a nuestro huerto urbano
en próximos artículos de nuestro blog. Mientras tanto, si os habéis
animado a probar con las fresas, solo tenemos que hacernos con unas
semillas en la tienda online de Semillas Huerta y Jardín y ¡a
disfrutar del huerto!
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