Y
después de poner sobre la mesa las amenazas que acechan a nuestro
huerto urbano como virus, hongos, bacterias o plagas, llega la hora
de ponerse manos a la obra para, directamente, evitar su aparición.
Si todavía ninguno de estos problemas ha aparecido en nuestro
pequeño huerto urbano, estamos en el mejor momento para aplicar
medidas preventivas y evitarnos estos problemas. ¿Qué os parece?
¿Nos ponemos en marcha?
Ya
lo hemos visto en los artículos en los que hablamos de hongos y de
virus pero ahora vamos a hacer una recopilación de todos los
consejos para evitar su aparición en nuestro huerto urbano. Así los
tendremos más a mano. Recordad que, muchas veces, plagas y
enfermedades están relacionadas con lo cual, prevenir unas nos
permitirá evitar otras en cierta medida.
Empezaremos
con los hongos. Muchos de estos microorganismos se desarrollan en
tejido vegetal en descomposición pero también pueden afectar a
tejido vivo, por ello, vamos a procurar tener limpio nuestro huerto
urbano de restos de poda, de hojas y de plantas muertas. Y ya
puestos, hay que eliminar con regularidad las malas hierbas que
pueden servir de escondite de plagas y de foco de enfermedades
vegetales.
Pero
seguimos con los hongos: les encanta la humedad así que debemos de
controlar muy bien los riegos y los posibles encharcamientos.
Asimismo, es necesario mantener una separación adecuada entre las
diferentes plantas para que no se creen lugares de sombra en los que
el sol no pueda secar los excesos de humedad de la tierra y donde los
hongos puedan campar a sus anchas.
También
tenemos a nuestra disposición algo de ayuda externa. Por ejemplo,
existen tratamientos ecológicos para nuestro huerto que ayudan a
prevenir la aparición de hongos. En el catálogo de Semillas Huerta y Jardín podemos encontrar, por ejemplo, un biopreventivo a base de algas para proteger nuestros cultivos de los hongos y fortifica las
plantas.
En
el caso de los virus, lo que está en nuestra mano es evitar el
contagio desde plantas infectadas a plantas sanas. Los virus se
pueden contagiar a través de injertos, del polen, por el viento e,
incluso, los podemos transmitir nosotros a través de nuestra ropa,
de las manos o de las herramientas que utilizamos en nuestro jardín.
Para minimizar los riesgos, tendremos que lavarnos las manos y las
herramientas si vamos a tratar varias plantas en una sesión.
Otra
de las opciones que tienen los virus para propagarse es a través de
los insectos que pueden convertirse en plagas y asolar nuestro huerto
urbano. Pero es que las plagas de pulgón o de mosca blanca, de las
que ya hemos hablado, también pueden fomentar la aparición de
hongos como la negrilla. Así que no estaría de más, prevenir la
aparición de plagas. Para ello, como no nos cansamos de repetir,
debemos de realizar exámenes exhaustivos y constantes de nuestras
plantas para detectar cualquier posible problema que tenga lo antes
posible. En el caso de algunas plagas, como la mosca blanca, se puede
'espantar' a los primeros individuos lavando las plantas con agua
jabonosa, lo que también prevendrá su vuelta.
También
resulta efectivo aplicar tratamientos preventivos, eso sí, siempre
ecológicos. En el mercado podemos optar entre insecticidas o entre
tratamientos 'mix' con productos para casi cualquier tipo de
enfermedad que pueda afectar a nuestro huerto urbano.
Con
estas sencillas medidas, seguro que podremos mantener a salvo
nuestros cultivos y ya solo nos quedará ¡disfrutar del huerto!
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