Hay
pocas cosas que pueden echar a perder nuestro huerto urbano y dar al
traste con un proyecto al que hemos puesto mucha ilusión y al que
hemos dedicado unas cuantas horas, ¿verdad? Pues una de esas cosas
son las enfermedades que pueden padecer nuestras plantas. Hoy vamos a
hablar de una de las más comunes: el oídio.
El
oídio es la enfermedad causada por el hongo del mismo nombre. Cuando
estuvimos hablando de las enfermedades de las plantas y, en concreto,
de los hongos, ya dijimos que hay multitud de tipos diferentes y que,
mientras algunos de ellos afectan sólo a un tipo concreto de
cultivo, otros, como el oídio, se pueden desarrollar en gran
variedad de plantas de nuestro huerto urbano. Aunque la variedad de
oídio más conocida es la que afecta a la vid, en el huerto urbano
se puede cebar con pepinos, melones, fresas y tomateras, sobretodo.
También se puede ver con cierta frecuencia por plantas más típicas
de jardín como los rosales, crisantemos o claveles.
Aunque
aquí podéis refrescar la memoria sobre los hongos, vamos a recordar
algunas de sus características pues no está de más tener muy
presente información sobre los hongos pues hasta el 95% de las
enfermedades que sufren los cultivos y plantas son causadas por
ellos.
Los
hongos están causados por organismos microscópicos y, aunque suelen
crecer en tejidos de plantas muertas o en descomposición, algunos
también se alimentan de tejido vegetal vivo. Prefieren desarrollarse
en entornos húmedos así que habrá que vigilar bien los excesos de
agua en el riego y garantizar la ventilación y el espacio entre
nuestras plantas.
En
el caso del oídio, suele aparecer en condiciones de alta humedad y
temperaturas cálidas, donde el espeso follaje impida una buena
ventilación y en aquellos huertos en los que se ha utilizado un
abono con exceso de nitrógeno ya que los altos índices de este
elemento obligan a la planta a absorber más agua.
Los
síntomas del oídio son muy fáciles de detectar: comienza con una
especie de 'pelusilla' blancuzca en las hojas de nuestras plantas. Si
el ataque es importante, las hojas directamente amarillean y caen.
¿Qué
podemos hacer? Cuando descubramos alguna hoja con esta capa entre
gris y blanca con textura de algodón, vamos a procurar eliminarla.
Es decir, retirando las partes de la planta afectadas podemos evitar
que el hongo se propague a otras partes de la planta y, también, a
otros ejemplares o cultivos de nuestro huerto urbano.
A
partir de ahí, vamos a vigilar y controlar los factores de los que
hablábamos antes como la humedad o la separación entre plantas para
favorecer que se aireen bien y no se generen zonas de sombra donde la
humedad permanezca. Pero no os preocupéis, no estamos solos en la
lucha contra el oídio: existen multitud de productos ecológicos,
por supuesto, que nos pueden ayudar a la hora de acabar con este
hongo y a la hora de prevenirlo.
En
el catálogo de Semillas Huerta y Jardín podemos encontrar, por
ejemplo, el propóleo, un producto elaborado por las abejas y que
controla los microorganismos patógenos al obstaculizar su entrada en
la planta a través de los brotes tiernos, por lo que es antiséptico
y antivírico. Además ayuda a la planta a aumentar sus defensas
naturales.
Para
prevenir la aparición de hongos, también podemos hacernos en
Semillas Huerta y Jardín con una botella de extracto de cola decaballo. Su contenido de sílice, azufre y oligoelementos hace que
funciones como fungicida ecológico y, también, como bioestimulantes
con un rápido efecto sobre nuestro huerto urbano.
Existen
más tratamientos contra los hongos que podéis descubrir en el
catálogo de Semillas Huerta y Jardín para no claudicar ante las
enfermedades y fortalecer nuestros cultivos. Vamos, ¡a disfrutar del
huerto!
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