De
la hibridación de dos tipos de menta surgió la hierbabuena,
parecida a su 'progenitora' pero de un olor más dulzón y un sabor
muy característico. De hecho, ahora que llega el verano, nos vamos a
acordar de esta planta aromática cada vez que veamos o tomemos el
famoso mojito. Pero no solo para los cócteles se usa la hierbabuena,
también se emplea en postres y en otro tipo de platos. Y si no somos
muy cocinillas, tampoco nos agobiemos, solo con el olor y el intenso
color verde de sus hojas, ya compensaremos su incorporación a
nuestro huerto urbano.
La
mejor época para cultivar la hierbabuena es en primavera así que
podemos sembrar desde los meses de febrero y marzo. Sin embargo, en
zonas de clima templado y con factores muy controlados, podemos
cultivarla, prácticamente, en cualquier época del año. Podemos
sembrar las semillas directamente en nuestro jardín o en macetas. En
este caso, necesitaremos un recipiente de cinco litros de capacidad
como mínimo y una profundidad de unos veinte centímetros.
Germinarán, aproximadamente, dos semanas después de la siembra.
De
la hierbabuena se aprovechan, sobretodo, sus hojas que podemos
recolectar a partir de los tres meses desde la siembra siempre y
cuando hayamos seguido las indicaciones para su cultivo. La
hierbabuena prefiere climas suaves y zonas donde los inviernos no
sean muy crudos para evitar las heladas.
Procuraremos
que disponga de un suelo fértil, que posea humus y que drene bien.
Respecto al abono, no es demasiado exigente aunque sí necesitará de
una dosis de abonado medio bien descompuesto. En el catálogo de Semillas Huerta y Jardín disponemos de una amplia oferta de humus y
abonos perfectos para el cultivo de esta planta aormática.
Cuando
ya tengamos controlado dónde crecerá nuestra hierbabuena es hora de
satisfacer sus necesidades de riego. Como la menta, es exigente y va
a necesitar que el suelo esté siempre húmedo evitando, eso sí, que
se encharque el agua.
Con
estos pocos cuidados, pronto podremos disfrutar de nuestra propia
hierbabuena aunque habrá que controlar que no se vea afectada por
plagas y enfermedades. En este caso, es propensa a sufrir la
presencia de pulgones y trips y de algunos hongos como la roya y el
mildiu pero, afortunadamente, ya sabemos como combatir estos
problemillas, ¿verdad? Pues no queda otra que ¡a disfrutar del
huerto!
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