Después
de tener claro cómo arrancar el proyecto de nuestro huerto urbano,
de determinar qué necesitamos y con qué podemos empezar, después
de aprovisionarnos del material y las semillas y bulbos que queremos
cultivar y después de tener bien metidas las manos en la tierra,
llega el momento de hablar de aquello que puede dar al traste con
todo nuestro trabajo si no estamos alerta: las enfermedades y las
plagas.
Empezaremos
hablando de las enfermedades. Los vegetales, como ya sabemos, son
seres vivos: nacen, crecen, se reproducen, mueren y, también,
enferman. Como en el caso de los seres humanos, las enfermedades
pueden tener múltiples orígenes, muchas veces, imposibles de
controlar y es por ello por lo que deberemos de estar atentos a los
posibles síntomas pues, también como en el caso de los seres
humanos, cuanto antes apliquemos el tratamiento, menos daños causará
la enfermedad.
La
enfermedades, en las plantas, pueden estar causadas por hongos, virus o bacterias. Cada uno de estos pequeños organismos puede generar
multitud de afecciones en los cultivos. Sin ir más lejos,
actualmente se conocen alrededor de 1.000 virus vegetales diferentes.
Además, muchos de estos males se contagian fácilmente entre los
diferentes ejemplares, tarea a la que ayudan algunos animales como la
mosca blanca, una plaga también muy común en nuestros huertos
urbanos. Pero de las plagas hablaremos más adelante.
Las
afecciones fúngicas -causadas por hongos- son las más comunes:
hasta el 95% de las enfermedades que sufren los cultivos y plantas
son por su culpa. Los hongos están causados por organismos
microscópicos y, aunque suelen crecer en tejidos de plantas muertas
o en descomposición, algunos también se alimentan de tejido vegetal
vivo. Les encanta la humedad y las altas temperaturas para
desarrollarse y pueden provocar enfermedades como el mildiu, la roya
o la negrilla, de las que hablaremos en otros artículos más
adelante.
En
el caso de los virus, su tamaño es tan reducido que es imposible
verlo, incluso, con microscopio, pero no os confiéis porque los
daños que pueden causar son devastadores para nuestras plantas a las
que pueden provocar, incluso, la muerte. Como ya hemos comentado,
existen multitud de virus vegetales. Algunos de los más comunes son
el del mosaico del tomate, el virus moteado suave del pimiento o el
del mosaico de la sandía, entre otros.
En
las próximas entradas vamos a ir desgranando algunos de estos
enemigos invisibles que acechan a nuestros cultivos para conocerlos
en profundidad, identificar sus síntomas y, lo más importante,
aplicar los tratamientos cuanto antes. En el catálogo de productos de Semillas Huerta y Jardín, tenemos un amplio
abanico de tratamientos para curar a nuestras plantas de estas
enfermedades.
Mientras
tanto, ya sabéis, ¡a disfrutar del huerto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario