viernes, 6 de junio de 2014

¡Cuidado! Nuestro huerto también puede enfermar

Después de tener claro cómo arrancar el proyecto de nuestro huerto urbano, de determinar qué necesitamos y con qué podemos empezar, después de aprovisionarnos del material y las semillas y bulbos que queremos cultivar y después de tener bien metidas las manos en la tierra, llega el momento de hablar de aquello que puede dar al traste con todo nuestro trabajo si no estamos alerta: las enfermedades y las plagas.
Empezaremos hablando de las enfermedades. Los vegetales, como ya sabemos, son seres vivos: nacen, crecen, se reproducen, mueren y, también, enferman. Como en el caso de los seres humanos, las enfermedades pueden tener múltiples orígenes, muchas veces, imposibles de controlar y es por ello por lo que deberemos de estar atentos a los posibles síntomas pues, también como en el caso de los seres humanos, cuanto antes apliquemos el tratamiento, menos daños causará la enfermedad.
La enfermedades, en las plantas, pueden estar causadas por hongos, virus o bacterias. Cada uno de estos pequeños organismos puede generar multitud de afecciones en los cultivos. Sin ir más lejos, actualmente se conocen alrededor de 1.000 virus vegetales diferentes. Además, muchos de estos males se contagian fácilmente entre los diferentes ejemplares, tarea a la que ayudan algunos animales como la mosca blanca, una plaga también muy común en nuestros huertos urbanos. Pero de las plagas hablaremos más adelante.
Las afecciones fúngicas -causadas por hongos- son las más comunes: hasta el 95% de las enfermedades que sufren los cultivos y plantas son por su culpa. Los hongos están causados por organismos microscópicos y, aunque suelen crecer en tejidos de plantas muertas o en descomposición, algunos también se alimentan de tejido vegetal vivo. Les encanta la humedad y las altas temperaturas para desarrollarse y pueden provocar enfermedades como el mildiu, la roya o la negrilla, de las que hablaremos en otros artículos más adelante.
En el caso de los virus, su tamaño es tan reducido que es imposible verlo, incluso, con microscopio, pero no os confiéis porque los daños que pueden causar son devastadores para nuestras plantas a las que pueden provocar, incluso, la muerte. Como ya hemos comentado, existen multitud de virus vegetales. Algunos de los más comunes son el del mosaico del tomate, el virus moteado suave del pimiento o el del mosaico de la sandía, entre otros.
En las próximas entradas vamos a ir desgranando algunos de estos enemigos invisibles que acechan a nuestros cultivos para conocerlos en profundidad, identificar sus síntomas y, lo más importante, aplicar los tratamientos cuanto antes. En el catálogo de productos de Semillas Huerta y Jardín, tenemos un amplio abanico de tratamientos para curar a nuestras plantas de estas enfermedades.
Mientras tanto, ya sabéis, ¡a disfrutar del huerto!

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