Poco
a poco estamos descubriendo los entresijos del arte de la
horticultura para poder gozar de nuestro propio huerto urbano y de
todas sus ventajas y poco a poco también os vamos dando las claves
para que no se os resista ningún cultivo. Hoy vamos a hablar de
las berenjenas, también conocidas como solanum melongena, de la
familia de las solanáceas, es originaria del sudeste asiático y
llegó a Europa de la mano de los árabes.
La
mejor época para plantar esta hortaliza, tan común en nuestra dieta
y protagonista de tantas ricas recetas, es a finales del invierno y
lo haremos en semilleros protegidos. A los dos meses aproximadamente,
y siempre que estemos seguros de que no se van a producir heladas, ya
podemos trasplantar nuestra planta en un marco de 80x60 centímetros a
una profundidad de entre 25 y 30 centímetros. A partir de su
plantación, deberemos de esperar unos tres meses para recoger el
fruto de nuestro trabajo.
Pero
para que este llegue a buen puerto debemos prestar atención a las
condiciones que requiere esta hortaliza. Para empezar, es una planta
que necesita entre 10 y 12 horas de sol al día y se desarrolla mejor
en temperaturas cálidas, entre 23 y 25 grados, aunque puede soportar
bien incluso los 30 grados, siempre y cuando tenga suficiente humedad
en el sustrato.
Y
hablando del suelo es importante prepararlo bien pues la berenjena
necesita de suelos profundos y sueltos muy bien abonados con un buen
compost descompuesto totalmente y mantenerlo siempre húmedo. Por
ello, el riego debe ser frecuente y abundante, sobretodo, en la
primera parte de la germinación que es cuando crecen los frutos. Eso
sí, necesitaremos un buen drenaje para que el agua no se acumule en
las raíces.
En
el catálogo de Semillas Huerta y Jardín podéis encontrar, además de las
semillas de berenjena para plantar, sustratos
de la más alta calidad e ideales para nuestro huerto urbano. Además,
también podemos encontrar un kit de cañas de bambú para mesa de cultivo que nos será muy útil
para entutorar o usar de guía en plantas trepadoras como las judías
y los tomates y, también, para las berenjenas pues, cuando se cargan
de frutos, es posible que la planta no soporte el peso y se parta.
Para conseguir frutos más grandes, es aconsejable dejar solamente 5
o 6 frutos por planta. Recordar que en el momento de la cosecha
debemos de cortar las berenjenas y nunca tirar de ellas.
Como
véis, la berenjena es una hortaliza que necesita unos cuidados
específicos pero muy sencillos y el resultado es siempre
satisfactorio ya que se trata de una hortaliza que se puede preparar
de múltiples maneras y que tiene muchos beneficios para la salud.
Así que, no lo dudéis, manos a la tierra, a plantar berenjenas y...
¡a disfrutar del huerto!
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