Romero,
orégano, lavanda... ¿verdad que es leer sus nombres y casi notar su
fragancia? Y es que las plantas aromáticas solo aportan ventajas si
apostamos por ellas para cultivarlas en nuestro huerto urbano. Además
de los aromas embriagadores, la gran mayoría se usan en la cocina
alegrando y aportando sabor a casi cualquier plato y son del tamaño
adecuado para poder plantarlas en cualquier huerto urbano por
reducido que sea.
Así
que, como es una buena idea, vamos a empezar hoy una serie de
artículos para daros los detalles del cultivo de diferentes hierbas
aromáticas que nos serán de lo más útil. En entradas posteriores,
hablaremos de la lavanda, el romero, el orégano, la menta o la
hierbabuena, entre otras.
Como
ya hemos dicho, se trata de plantas que se cultivan en tamaños muy
reducidos por lo que, si tenemos poco espacio en nuestro huerto
urbano, podemos plantarlas en macetas o jardineras y dedicar nuestra
mesa a otro tipo de cultivos como las hortalizas. Pero además de
todo eso, algunas de ellas producen flores de lo más decorativas,
pueden tener usos medicinales y pueden servir como control biológico
controlando plagas que pueden dañar a otros cultivos si las
plantamos cerca.
La
mayoría de este tipo de plantas son perennes, es decir, que una vez
establecidas, florecen en cada estación. Como en muchas de ellas lo
que nos interesa utilizar son las hojas, las podemos ir recogiendo a
medida que las vayamos necesitando aunque alcanzan su mejor punto
justo antes de florecer. Si optamos por esperar hasta ese momento
exacto, podemos luego secar o congelar las hojas antes de
almacenarlas para utilizarlas durante todo el año.
Vistos
los enormes beneficios de cultivar plantas aromáticas es hora de
saber cómo se cultivan y qué recursos necesitan. Pues en este
aspecto, este tipo de hierbas también son una magnífica elección
para nuestro huerto urbano ya que a penas consumen recursos. Para
empezar, la mayoría de este tipo de plantas son originarias de la
zona mediterránea por lo que están acostumbradas a la escasez de
agua, salvo la menta y el perejil, que necesitan de más humedad.
Tampoco
necesitan de fertilizantes, con abonar la tierra donde las tenemos
plantadas una vez al año es suficiente y es recomendable airear el
suelo un par de veces al año. Necesitan mucho sol pero estar
protegidas del viento.
Como
véis, las plantas aromáticas son ideales para cultivar en nuestro
huerto urbano o en macetas en nuestra propia casa. Son fáciles de
cultivar, tienen multitud de propiedades y podremos disfrutar de
ellas y de sus beneficios prácticamente durante todo el año. Como
decíamos antes, en los próximos días hablaremos en concreto de
algunas de estas plantas muy comunes en nuestra cocina y en nuestra
vida diaria. Y ya sabemos que todo lo necesario para cultivarlas lo podemos encontrar en el catálogo de Semillas Huerta y Jardín.
Mientras
tanto, ¡a disfrutar del huerto!
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