Después
de hablar en el post anterior sobre las enfermedades que pueden
padecer las plantas de nuestro huerto urbano, iniciamos con este una
serie de artículos específicos sobre cada uno de los problemas que
pueden afectar a nuestros cultivos y sobre los tipos más comunes y,
cuando ya conozcamos a nuestro enemigo, nos pondremos manos a la obra
para prevenir su llegada y, en su caso, combatir sus efectos y evitar
su propagación.
Hoy
hablaremos de los hongos en general y, en los próximos artículos,
trataremos los tipos de hongos más comunes para poder estar
preparados ante posibles adversidades que amenacen el perfecto
desarrollo de nuestro huerto.
Con
la llegada del buen tiempo y la subida de las temperaturas, es más
probable que los organismos y microorganismos que pueden atacar a los
cultivos de nuestro huerto urbano aparezcan en forma de plagas o
enfermedades. Algunas de las enfermedades que pueden padecer están
causadas por hongos, como el mildiu, la roya o la negrilla.
Aunque
hay otro tipo de enfermedades que afectan a las plantas, como las que
son consecuencia de bacterias y de virus, las fúngicas -causadas por
hongos- son las más comunes: hasta el 95% de las enfermedades que
sufren los cultivos y plantas son a causa de los temidos hongos.
Los
hongos están causados por organismos microscópicos y, aunque suelen
crecer en tejidos de plantas muertas o en descomposición, algunos
también se alimentan de tejido vegetal vivo. Para evitar este tipo
de males que pueden echar a perder nuestro huerto urbano justo cuando
más apetece disfrutar de él, es necesario conocer al enemigo.
¿Y
qué necesitamos saber de los hongos? Pues, para empezar, que
prefieren desarrollarse en entornos húmedos así que habrá que
vigilar bien los excesos de agua en el riego y garantizar la
ventilación y el espacio entre nuestras plantas. Para que os hagáis
una idea, se estima que este tipo de microorganismos arruina el 15%
de los cultivos en Europa y hasta el 50% en zonas tropicales donde la
humedad es más elevada.
Al
tratarse de organismos microscópicos, deberemos de estar muy atentos
a los síntomas que pudieran aparecer tanto en hojas como en tallos y
frutos porque no los podremos ver a simple vista como en las plagas
por animales. También hay tipos de hongos que afectan a las raíces
e, incluso, a los vasos vasculares, conductos por los que se
transporta la savia, taponándolos y marchitando la planta, aunque
estos últimos, afortunadamente, son menos comunes.
Ahora
que ya sabemos qué son, es el momento de analizar los tipos de
hongos más comunes para aprender a identificarlos y aplicar los
tratamientos que nos permitan evitar su propagación. Porque aunque
parezcan muy temibles, su aparición no tiene que desanimarnos: los
hongos se pueden prevenir pero también se pueden tratar con
fungicidas de diversos tipos. En Semillas
Huerta y Jardín, encontraremos un amplio catálogo
de fungicidas
ecológicos que, además, son muy eficaces. Así, conseguimos un
doble objetivo: mantener a raya las enfermedades de nuestro huerto y
mantener su carácter 'eco' con tratamientos que respetan el medio
ambiente.
Como
norma básica, vamos a hacer una revisión periódica de todos
nuestros cultivos vigilando y analizando detenidamente el tacto y el
aspecto de hojas, tallos y frutos porque a la hora de parar la
enfermedad siempre será más fácil y menos costoso si nos
encontramos en las primeras fases de su desarrollo.
Y,
mientras tanto, ya sabéis ¡a disfrutar del huerto!
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