Hace
unas semanas hablábamos en el blog de las plantas aromáticas y ornamentales, de
cómo cultivarlas y de lo idóneas que son para tener en un huerto
urbano ya que, además de requerir poco espacio, ofrecen color, olor
y multitud de usos domésticos: en la cocina, como condimento, o bien
como tratamiento para alguna dolencia. Pues bien, después de hablar
de algunas como el orégano, la menta o la stevia, hoy nos hemos
fijado en la hierba de San Juan.
Si
la lavanda nos ofrecía, además de todas las características de una
planta aromática, un intenso color azul, la hierba de San Juan dará
a nuestro huerto urbano un magnífico tono amarillo aportado por los
pétalos de sus flores. El Hypericum calcynum, como se la conoce en
el mundo científico, es una planta aromática perteneciente a la
familia de las gutiferaceaes, originaria de Asia Menor.
Puede
llegar a alcanzar más de 50 centímetros de altura y su principal
uso es el de tapizante de jardines. Se utiliza a menudo para la
formación de setos, rocallas y borduras aunque también se usa como
planta medicinal para multitud de síntomas: por ejemplo, su
aplicación tópica acelera la cicatrización de heridas y, en los
últimos años, en muchos países se comercializa la hierba de San
Juan en cápsulas, grajeas o como infusiones para tratar la depresión
leve y sus síntomas como la pérdida de apetito, la falta de sueño
o el cansancio.
¿Dispuestos
a 'teñir' de amarillo nuestro huerto? Para empezar, debemos de saber
que las semillas de la hierba de San Juan deben de plantarse durante
la primavera: desde el mes de marzo hasta el mes de mayo,
aproximadamente, y se puede hacer, o bien directamente o en macetas y
después trasplantarlas.
Siguiendo
este calendario de cultivo, nuestra hierba de San Juan florecerá en
verano dando ese característico tono amarillo a nuestro jardín o
huerto urbano. Se desarrollará bien en climas templados con
inviernos y veranos suaves y en suelos fértiles -recomendable
realizar un abonado de fondo con materia orgánica descompuesta antes
de su siembra- y bien drenados para evitar los encharcamientos cuando
la reguemos.
En
ese sentido, la hierba de San Juan precisa de riegos constantes. Más
moderados durante la primavera y más intensos cuando llegan las
altas temperaturas del verano. Teniendo esa necesidad cubierta, el
cultivo de la hierba de San Juan no requiere de muchas más
atenciones específicas. Es una planta fácil de cultivar y puede
llegar a vivir más de veinte años sin excesivos cuidados más allá
de los imprescindibles como la prevención y el tratamiento de
posibles enfermedades o plagas que la puedan afectar. En el caso de
este tipo de planta ornamental, el hongo de la roya es una de las
enfermedades que más suele sufrir. Afortunadamente, ya sabemos cómo
combatirlo, ¿verdad? Pues solo queda hacernos con nuestras semillas
de hierba de San Juan en Semillas Huerta y Jardín y ¡a disfrutar
del huerto!
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