jueves, 10 de julio de 2014

Pinta tu huerto con la hierba de San Juan



Hace unas semanas hablábamos en el blog de las plantas aromáticas y ornamentales, de cómo cultivarlas y de lo idóneas que son para tener en un huerto urbano ya que, además de requerir poco espacio, ofrecen color, olor y multitud de usos domésticos: en la cocina, como condimento, o bien como tratamiento para alguna dolencia. Pues bien, después de hablar de algunas como el orégano, la menta o la stevia, hoy nos hemos fijado en la hierba de San Juan.
Si la lavanda nos ofrecía, además de todas las características de una planta aromática, un intenso color azul, la hierba de San Juan dará a nuestro huerto urbano un magnífico tono amarillo aportado por los pétalos de sus flores. El Hypericum calcynum, como se la conoce en el mundo científico, es una planta aromática perteneciente a la familia de las gutiferaceaes, originaria de Asia Menor.
Puede llegar a alcanzar más de 50 centímetros de altura y su principal uso es el de tapizante de jardines. Se utiliza a menudo para la formación de setos, rocallas y borduras aunque también se usa como planta medicinal para multitud de síntomas: por ejemplo, su aplicación tópica acelera la cicatrización de heridas y, en los últimos años, en muchos países se comercializa la hierba de San Juan en cápsulas, grajeas o como infusiones para tratar la depresión leve y sus síntomas como la pérdida de apetito, la falta de sueño o el cansancio.
¿Dispuestos a 'teñir' de amarillo nuestro huerto? Para empezar, debemos de saber que las semillas de la hierba de San Juan deben de plantarse durante la primavera: desde el mes de marzo hasta el mes de mayo, aproximadamente, y se puede hacer, o bien directamente o en macetas y después trasplantarlas.
Siguiendo este calendario de cultivo, nuestra hierba de San Juan florecerá en verano dando ese característico tono amarillo a nuestro jardín o huerto urbano. Se desarrollará bien en climas templados con inviernos y veranos suaves y en suelos fértiles -recomendable realizar un abonado de fondo con materia orgánica descompuesta antes de su siembra- y bien drenados para evitar los encharcamientos cuando la reguemos.
En ese sentido, la hierba de San Juan precisa de riegos constantes. Más moderados durante la primavera y más intensos cuando llegan las altas temperaturas del verano. Teniendo esa necesidad cubierta, el cultivo de la hierba de San Juan no requiere de muchas más atenciones específicas. Es una planta fácil de cultivar y puede llegar a vivir más de veinte años sin excesivos cuidados más allá de los imprescindibles como la prevención y el tratamiento de posibles enfermedades o plagas que la puedan afectar. En el caso de este tipo de planta ornamental, el hongo de la roya es una de las enfermedades que más suele sufrir. Afortunadamente, ya sabemos cómo combatirlo, ¿verdad? Pues solo queda hacernos con nuestras semillas de hierba de San Juan en Semillas Huerta y Jardín y ¡a disfrutar del huerto!


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