La
semana pasada os hablamos de esos cultivos que son aptos para sembrar
en los meses de verano y aprovechar así algunos días de
vacaciones ampliando la variedad de nuestro huerto urbano. Como
recordaréis, mencionamos algunos cultivos que se pueden plantar en
verano aunque no es su mejor época: la escarola y la
espinaca. Hoy vamos a ver cómo sembrar estas dos verduras tan
típicas de ensaladas antes de que lleguen los días de
calor más extremos.
La
espinaca -Spinacia Oleracea es su nombre científico- tiene multitud
de usos en la cocina y se puede consumir tanto cruda como cocinada.
Además, nos aporta grandes cantidades de minerales y vitaminas así
que no hay excusa para no incorporarla a nuestra dieta y, si encima
la hemos cultivado nosotros, mejor que mejor.
Como
decíamos, se trata de una hortaliza cuya época ideal de siembra es
cuando llega el otoño aunque existen variedades que aguantan bien el
calor y no deberíamos de tener ningún problema para cultivarlas en
verano, sobretodo, si vivimos en zonas donde en los meses de julio y
agosto las temperaturas no son muy extrema.
Podemos
sembrar sus semillas de manera directa, a una profundidad de dos o
tres centímetros y con un marco de plantación de 30x10 centímetros.
En tres semanas empezarán a germinar y en un mes y medio o dos meses
desde la siembra ya las podremos empezar a recolectar. La espinaca
necesita un suelo suelto, ligero y rico en humus. No os preocupéis
si tenéis un índice alto de salinidad en el suelo de vuestro huerto
porque la espinaca lo aguanta bien. Además, no es un cultivo muy
exigente con el abonado. Eso sí, el riego no lo perdona y menos si
vamos a atrevernos a plantarla en verano así que hay que procurarle
riegos constantes que mantenga la humedad evitando, como siempre, los
encharcamientos.
A
la hora de plantarla, será bueno para la espinaca asociarla a
cultivos como las judías, coles, apio o lechuga y evitaremos hacerlo
junto a hortalizas de su misma familia, acelgas o remolacha. También
podemos sembrar la espinaca en maceta. Con una profundidad de unos 20
centímetros y una capacidad de dos litros bastará.
Por
su parte, la Cichorium Endivia, comúnmente conocida como escarola,
aguanta bien la siembra en verano así que será más difícil correr
riesgos como con la espinaca a la que el exceso de calor puede hacer
que se espiguen las hojas. La escarola se cultiva por sus hojas,
rizadas, que se usan principalmente en ensaladas.
Desde
abril ya podemos empezar a cultivar la escarola aunque, dependiendo
de la variedad, podemos adelantar la siembra al mes de marzo. En el
caso de esta verdura, sembraremos en semillero, esperaremos entre
seis y diez días para ver cómo germinan y la transplantaremos a su
lugar definitivo cuando la plantita tenga al menos cinco hojas. Como
norma general su marco de plantación será de 30x40 centímetros,
aunque este variará un poco dependiendo la variedad de escarola que
elijamos para sembrar.
La
escarola tarda en estar lista para ser recolectada entre tres y
cuatro meses desde la siembra de la semilla si la climatología y los
cuidados han sido adecuados. Para un desarrollo óptimo necesita de
climas templados y de terrenos bien trabajados, mullidos y que drenen
bien. Al contrario que la espinaca, sí es un cultivo algo exigente
con el abono: necesitará una dosis media de abonado orgánico.
Sin
embargo, sí se parece a la espinaca en cuanto a las necesidades de
riego: la escarola necesita de riegos frecuentes que mantengan una
humedad constante por lo que deberán de ser periódicos e intensos
evitando, como ya sabemos, los encharcamientos. Si optamos por
cultivar la escarola en macetero (uno de 10 litros de capacidad y 20
centímetros de profundidad) deberemos de aumentar la dosis de agua y
abono.
Un
buen consejo para incrementar el sabor de la escarola es atar las
hojas todas juntas cuando estemos a punto de iniciar la recolección
porque así conseguiremos que el interior de la planta se ponga más
blanco y tierno aumentando su sabor. Las asociaciones positivas para
la escarola son las zanahorias, rábanos, judías y nabos.
Tanto
en el cultivo de la espinaca como de la escarola y teniendo en cuenta
que estamos en verano, vamos a extremar las precauciones para evitar
las plagas, sobretodo, de pulgones. Además, son dos hortalizas
susceptibles de padecer el mildiu. Deberemos, por tanto, estar
atentos a la aparición de los síntomas de esta enfermedad de la que
ya hablamos aquí.
¿Qué
os parece? ¿Os atrevéis con estos dos cultivos de hoja? Seguro que
sí así que solo tenemos que entrar en la web de Semillas Huerta y Jardín, conseguir todo lo necesario para su cultivo y ponernos manos
a la tierra.
¡Disfrutad
del huerto!
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