Seguimos una semana más hablando de
las típicas hortalizas que podemos sembrar en nuestros huertos urbanos y jardines
durante el otoño. Si ya hemos repasado los beneficios de sembrar semillas de acelgas
y de
guisantes, hoy llega otro fácil, delicioso y nutritivo cultivo: el rabanito.
El raphanus sativus var. sativus es una planta de la familia de las brassicaceae originaria del Mediterráneo
oriental y de Euroasia, y que en la actualidad se cultiva en prácticamente todo
el mundo.
Rico en vitaminas y yodo, presenta un
bajo aporte calórico. Es una excelente elección por sus propiedades
nutricionales, así como medicinales: antiséptico, protege la vesícula biliar y
es bueno para combatir los cálculos renales y biliares…
Ahora bien, ya sabemos que es muy
saludable y que vamos a degustar su delicioso y ligero sabor picante, pero ¿cómo
sembrar semillas de rabanitos?
Primero buscaremos un lugar a plena
luz o en semisombra, con un suelo suelto y bien drenado, para evitar encharcamientos,
rico en nutrientes y húmedo, y neutro. Es recomendable poner compost
a nuestra tierra y que el cultiva reciba al menos cuatro horas de luz directa.
En cuanto al riego, nuestros
rabanitos van a necesitar que la tierra esté siempre húmeda, pero sin
inundarlos, claro.
Es un cultivo de asiento, es decir,
lo sembraremos directamente en la tierra, evitando así problemas en el
trasplante, a voleo –dispersar las semillas de manera aleatoria- o en líneas de
25 centímetros de separación. Habrá que aclarar –quitar las plantitas
“sobrantes” a una distancia de cinco o seis centímetros.
Se puede plantar desde la primavera
hasta finales de otoño y tan sólo deberemos esperar 30 días desde su siembra
para poder recolectar nuestras pequeñas hortalizas.
Sólo nos queda visitar el catálogo de rabanitos de Semillas Huerta y Jardín para poder seguir llenando nuestro huerto urbano de hortalizas.
¡Feliz siembra!
No hay comentarios:
Publicar un comentario