¿Qué
tal el verano? ¿Llegaron ya las vacaciones? En el post anterior
hablábamos, precisamente, de usar parte del tiempo libre que nos
ofrecen las vacaciones para sembrar y cultivar productos nuevos en
nuestro huerto urbano y, echando un vistazo al calendario de siembra,
vimos que había unas cuantas plantas que se pueden sembrar en julio
y agosto. Hoy vamos a hablar de algunas de ellas, en concreto, de
algunas variedades de hortalizas de raíz: la zanahoria, el rabanito
y la remolacha.
Como
su nombre indica, estas hortalizas son cultivadas para el consumo de
sus raíces. Además de aportar multitud de vitaminas y minerales al
ser humano tienen la ventaja de que se pueden sembrar y cultivar
durante todo el año, son muy fáciles de cultivar y su desarrollo es
rápido comparado con otras hortalizas así que pronto podremos
disfrutar de ellas. Son cultivos ideales para iniciarse en la
horticultura.
Como
características comunes, este tipo de cultivos requieren de suelos
sueltos, bien trabajados, mullidos, que drenen correctamente pero que
sean capaces de mantener la humedad y que sean fértiles, con un
abonado de fondo medio demateria orgánica bien descompuesta. También
comparten las necesidades de riego: cortos y frecuentes para evitar
que el suelo pueda perder humedad.

Se
trata de una hortaliza muy útil en la cocina ya que sirve para hacer
caldos, guisos, guarniciones, ensaladas y, como a mi más me gusta,
en crudo y como tentempié. Pero además, la zanahoria aporta
múltiples vitaminas a las personas. Una de ellas es la Vitamina A,
vital para la vista. También se recomienda consumir zanahoria para
mejorar nuestro bronceado. De hecho, hay bronceadores hechos a base
de esta hortaliza.
Cuando
la sembremos, vamos a tener especial cuidado de no colocarla junto a
plantas de su propia familia y asociarla a otras que la favorecen
como el tomate, el puerro, la salvia o la cebolla. Plantar cebollas
junto a nuestras zanahorias nos permitirá además despistar a la
mosca de la zanahoria, la principal plaga que sufre esta hortaliza.

Además,
es de rápido crecimiento y en tan sólo 30 días podremos usar
nuestros propios rabanitos en la ensalada. Eso implica que podemos
obtener varias cosechas a lo largo del año.
Este
cultivo es ideal para los principiantes y para los impacientes
también. No requiere de complicados cuidados y es una hortaliza que,
además de desarrollarse bien junto a la mayoría de cultivos porque
no les llega a molestar: se recolecta antes de que los demás se
desarrollen plenamente. Además, no sufre problemas graves de plagas
ya que su rápido crecimiento hace que no dé tiempo al desarrollo de
este tipo de problemas tan comunes en los huertos urbanos.

A
partir de los tres meses desde la siembra de nuestras remolachas
podremos empezar a recolectarlas y disfrutar de ellas y es que,
aunque no sea una hortaliza tan socorrida como el tomate o la
cebolla, tiene multitud de usos culinarios y todos ellos, deliciosos.
¿Qué
os ha parecido? ¿Os animáis a ampliar el catálogo de vuestro
huerto urbano con estas hortalizas? Son fáciles de cultivar y pronto
podremos ver los resultados. Y si aún no os habéis animado a
iniciar vuestro huerto urbano, estas hortalizas son ideales para
comenzar. En el catálogo de Semillas Huerta y Jardín disponemos de
todo lo necesario para su cultivo y, de hecho, podemos adquirir un
'Mix Semillas Hortalizas de Raíz': un producto que contiene un sobre
con semillas de rábano, otro con semillas de rabanito, otro con
semillas de zanahoria y otro con semillas de remolacha. Todo
facilidades, ¿no creéis?
¡A
disfrutar del huerto!
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